Lo que buscas, te encuentra: el Sistema de Activación Reticular

Lo que buscas, te encuentra: el Sistema de Activación Reticular

– ¿Podrías decirme por favor qué camino debo seguir para salir de aquí? -preguntó la niña

– Eso depende en gran parte al sitio donde quieras llegar- respondió el gato

– No me importa mucho el sitio- dijo la niña

– Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes- dijo el gato

Lewis Carroll- Alicia en el País de Las Maravillas

Existen muchas herramientas gerenciales dirigidas a optimizar el diagnóstico para una organización: la famosa Matriz FODA. Sin embargo, ese no es el tema de este post pero tiene relación: las oportunidades.

Uno de los cuatro elementos a considerar en la elaboración de la #MatrizFODA, son las #oportunidades, que se definen como aquellas que contribuyen a alcanzar la misión y/o la visión de la empresa, así como también permiten minimizar las amenazas.

El detalle es que nuestro cerebro, literalmente «se queda pegado» con los aspectos negativos, tales como las amenazas y las debilidades; y le cuesta mucho encontrar las oportunidades. De hecho, estadísticamente, por cada amenaza, existen 8 oportunidades, con lo cual, en lo que respecta a un análisis de entorno, todas las empresas deberían estar en mejores condiciones de las que muchas están.

Ahora bien, pero ¿Cómo podemos «hackear» nuestro cerebro y encontrar esa inmensa cantidad de oportunidades para aprovechar?

Es posible, poniendo en marcha una zona de nuestro cerebro que se denomina el #SistemadeActivaciónReticular (SAR).

Este sistema está localizado en la base del cerebro donde se conecta con la médula espinal. Tiene impactos importantes en la cognición y funciona como un filtro de aproximadamente unos 8 millones de bits de información subconsciente. Toda la información externa que pasa por este filtro, entra al cerebro y puede convertirse en emociones o en pensamientos. Es el guardián que permite la entrada de aquellos que nos interesan.

¿Y entonces cuáles pensamientos son los que el guardián permite su entrada?

Aquellos en los que ponemos nuestra atención, es decir, en los que nos enfocamos. Tanto para lo bueno, como para lo malo. El subconsciente no sabe distinguir, ni clasificar. Si te enfocas en lo que no te gusta, entra; si te enfocas en lo que te gusta, también entra.

El método para activar el SAR es muy sencillo: escribe tus metas. Si, así de fácil. Escribe con detalle, prioriza y de esta manera entran a tu subconsiente.

Esa «lista» de objetivos por alcanzar debe ser coherente con tu filosofía de vida, debe ser alcanzable, debes creer en ella, sobretodo: sentirla.

Luego, visualízala, ponle emociones positivas y cuando menos lo esperes, comenzarán a ocurrir sincronicidades y podrás ver, como por arte de magia, las oportunidades que estás esperando, pues esa sensación de «sentirte bien» hace que segregues un neurotransmisor que se llama #Dopamina que produce placer y hace que quieras repetir esa emoción muchas veces.

Entras en un círculo beneficioso donde al conectar con emociones positivas, segregas dopamina, encuentras oportunidades, lograr tus objetivos y sigue el ciclo. Los expertos recomiendan invertir 66 días en técnicas específicas para recablear el cerebro y activarnos para lograr nuestras metas.

Este es el plan:

  1. Meditar: para calmar la mente y encontrar el foco.
  2. Alimentación sana: más frutas y verduras, menos grasas, carnes rojas, harinas y lácteos.
  3. Ejercicio: para liberar endorfinas.
  4. Escribe tu objetivo y léelo en voz alta todas las noches antes de dormir y al levantarte.
  5. 8 horas de sueño reparador.
  6. Visualiza alcanzando tu meta: crea una película donde te veas logrando tu objetivo.
  7. Revisa y actualiza tu lista de objetivos de vez en cuando. El comprobar que vas logrando metas, se convierte en el impulso que te llevará a alcanzar las otras.
  8. Leer por lo menos 15 minutos diarios.

En resumen, todo está en la mente y puede programarse. El SAR puede convertirse en un potenciador si se activa de la manera correcta, pero exige tener claro dónde estas y hasta dónde quieres llegar y así como Alicia, si no sabes para dónde vas, sencillamente, ya llegaste.

¿Te animas a intentar esto por 30 días? ¿Qué puedes perder?

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